Estrategias de riesgo en evolución en las apuestas

15 octubre 2025

¿Dónde pierden las operadoras el 30% de los ingresos?

La gestión de riesgos sigue siendo uno de los aspectos más sensibles: los operadores suelen creer que externalizar esta función impone límites y restringe a los jugadores. De hecho, los equipos profesionales trabajan con mayor precisión, limitando solo lo estrictamente necesario. En el siguiente artículo, Alexander Bezdolnyi, director de Gestión de Riesgos de DATA.BET, demuestra por qué confiar la gestión de riesgos a los socios puede generar mayor rentabilidad y estabilidad a largo plazo.

De dónde proviene la vacilación del operador

La gestión de riesgos es una de las áreas más sensibles en las operaciones de apuestas deportivas. Muchos operadores dudan en confiar en posibles proveedores. Sus preocupaciones se centran menos en la tecnología y más en el control, la transparencia y el impacto comercial a largo plazo. Además, creen que ningún equipo externo puede comprender su negocio lo suficientemente bien como para tomar decisiones sobre ingresos, retención y satisfacción del jugador.

Predominan varias preocupaciones. El temor más común es perder jugadores VIP. A los operadores les preocupa que el equipo externo pueda aplicar límites, excluyendo a apostadores valiosos en lugar de centrarse en la actividad fraudulenta, lo que conlleva una pérdida de ingresos. Más allá del dinero, está el factor marca. Si los apostadores VIP o de alto valor se sienten maltratados debido a restricciones excesivas o límites mal calculados, podrían irse definitivamente. Los operadores temen más el daño a la reputación que la pérdida de margen a corto plazo.

Otro punto es que los límites de apuestas pueden establecerse de forma demasiado amplia o que se tomen decisiones sin comprender el contexto del mercado local. A veces se percibe que los proveedores aplican la misma estrategia sin considerar las particularidades locales, el comportamiento de los jugadores ni la estrategia comercial. Esto hace que los operadores teman que la gestión de riesgos frene el crecimiento en lugar de protegerlo.

Compartir datos también es importante. Confiar en un proveedor externo requiere acceso a información detallada de los jugadores. Muchos operadores temen perder el control de sus datos o exponerse a riesgos de incumplimiento. Por ello, mantienen la gestión de riesgos internamente, incluso cuando esto genera ineficiencias operativas. Sin embargo, sin la experiencia adecuada, esto suele implicar pérdida de tiempo y beneficios, en lugar de centrarse en el crecimiento y la competitividad.

Detrás de estos temores se esconde un problema más profundo: los operadores suelen sentir que los proveedores no escuchan con la suficiente atención. Si se imponen límites sin explicación o se pasan por alto las particularidades del mercado local, la sensación de perder el control se vuelve demasiado fuerte.

Sin embargo, la gestión de riesgos no es solo una función técnica: es la columna vertebral de la estabilidad, la rentabilidad y la sostenibilidad. Su alcance va mucho más allá de la supervisión de la exposición financiera, abarcando la integridad de las apuestas, la prevención del fraude, el análisis de la competencia e incluso la corrección de errores de los operadores para proteger a los operadores de pérdidas innecesarias.

Diferentes caminos para el control de riesgos

Cada proveedor del sector busca su propia manera de equilibrar la transparencia, el control y la eficiencia. En DATA.BET, hemos desarrollado dos enfoques. El primero, el Modo Asesor, prioriza la generación de informes y la visibilidad. Los operadores nos envían las apuestas ya aceptadas o liquidadas, lo que permite supervisar la distribución, detectar actividades inusuales y ajustar las líneas de apuestas para el futuro. Los errores técnicos, las cuotas desactualizadas o la actividad sospechosa recaen exclusivamente en el operador, lo que a menudo resulta en pérdidas financieras irreversibles. El Modo Asesor proporciona visibilidad y soporte para la facturación, pero no protege a los operadores de los riesgos en tiempo real. Normalmente, muchas empresas eligen este método por las razones mencionadas anteriormente.

La segunda opción, la Gestión Integral de Riesgos, va más allá. Cada solicitud de apuesta se procesa antes de ser aceptada, lo que permite al sistema rechazar o ajustar las apuestas cuando las cuotas están desactualizadas, los mercados están desequilibrados o se detecta actividad sospechosa. Este mecanismo protege a los operadores de las pérdidas causadas por retrasos en la transmisión, retrasos técnicos o bifurcaciones de apuestas. Más allá de la tecnología, la fortaleza adicional reside en el propio equipo de gestión de riesgos. La automatización optimiza este proceso al rastrear los patrones de los jugadores y aplicar restricciones automáticamente cuando es necesario. Esta sinergia permite cubrir eficazmente casi todos los casos de riesgo, y la automatización representa alrededor del 50% de los casos detectados y gestionados en las operaciones de los clientes. Su trabajo abarca la supervisión financiera, la precisión en las liquidaciones, la estabilidad de la línea, el análisis de la competencia, la elaboración de perfiles del comportamiento de los jugadores y la respuesta a las consultas de los operadores. 

Investigan anomalías, evalúan posibles patrones de fraude y proporcionan información predictiva para anticipar los riesgos antes de que se agraven. Los gestores de riesgos intervienen cuando se lanza un partido y siguen monitorizando la actividad de los jugadores desde la primera apuesta.

Como resultado, observamos que los operadores que integran la Gestión Integral de Riesgos obtienen hasta un 30% más de ingresos en comparación con quienes dependen únicamente de sus sistemas internos.

Combinación ganadora: experiencia y control

Lo que hace que la gestión de riesgos sea verdaderamente efectiva no es solo la tecnología, sino la combinación de experiencia en trading, conocimiento específico del dominio y controles basados ​​en datos.

Este factor es aún más crítico en los esports. Contratar a un trader profesional para deportes tradicionales es relativamente sencillo, pero encontrar uno con amplia experiencia en esports es mucho más complejo. Contamos con equipos de trading dedicados a esports, con especialistas que saben cómo establecer y equilibrar la línea de apuestas y comprender dónde se esconde el fraude y dónde se produce la actividad de trading legítima.

Aquí es donde la sinergia con la gestión de riesgos se vuelve esencial. Un departamento de riesgos independiente supervisa continuamente la actividad de los jugadores mediante procesos automatizados y manuales. Gestores de riesgos experimentados identifican patrones de apuestas sospechosos, detectan comportamientos inusuales de los usuarios y actúan ante posibles señales de fraude. Pueden ajustar o limitar usuarios específicos si es necesario, manteniendo el mercado en general intacto.

Esta combinación permite a los traders centrarse en construir líneas precisas y competitivas. Al mismo tiempo, los gestores de riesgos actúan como protección, garantizando que los patrones inesperados, los intentos de arbitraje o las estrategias fraudulentas se controlen en tiempo real. El resultado: los VIP y los jugadores de alto valor no se ven restringidos innecesariamente, mientras que los perfiles realmente riesgosos se controlan con precisión.

La consecuencia de este enfoque dual es un modelo operativo flexible, eficiente y rentable donde los operadores se centran en la precisión del mercado y los gestores de riesgos garantizan la integridad y la protección. Juntos, conforman la fórmula ganadora para lograr márgenes estables y un crecimiento sostenible.

La eficacia de este enfoque dual se refleja en el rendimiento: durante el último año, el 82 % de la facturación total provino de operadores que utilizan el servicio completo de gestión de riesgos. Para los operadores, colaborar con un equipo resulta más eficaz: les permite empezar a generar beneficios desde los primeros días de la integración, a la vez que construyen estabilidad a largo plazo, protegen los márgenes y aseguran un crecimiento sostenible.

Elegir el enfoque adecuado

Todos los operadores se enfrentan a la misma pregunta: ¿Es más eficaz gestionar el riesgo internamente o confiarlo a la experiencia de un proveedor? La respuesta suele depender de la estrategia interna, los recursos y la disposición a compartir datos operativos.

Gestionar el riesgo internamente ofrece a los operadores visibilidad para supervisar el rendimiento y evaluar las tendencias a largo plazo. Confiar la gestión de riesgos a los proveedores va aún más allá: ofrece protección en tiempo real, detección proactiva del fraude y la flexibilidad para responder al instante a las condiciones cambiantes.

En última instancia, la decisión se reduce a si una empresa prefiere gestionar los riesgos internamente o confiar en proveedores que combinen su experiencia comercial con herramientas adaptativas. Confiar la gestión de riesgos a especialistas permite a los operadores minimizar restricciones innecesarias, responder con mayor rapidez a los desafíos del mercado y mantener la rentabilidad en condiciones difíciles.

Ambas opciones siguen siendo válidas, pero en un mercado cada vez más competitivo, la flexibilidad, la precisión y la supervisión profesional son los factores que definen el éxito a largo plazo.

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